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lunes, 31 de enero de 2011

Las bolas de villar

Esta semana os dejo una nueva actividad de razonamiento y lógica.
Espero que encontréis pronto la solución.

En una mesa de billar hay 13 bolas iguales en la forma y el tamaño, pero una de ellas pesa un poco más que las otras 12. Utilizando una balanza de dos platillos y en tan sólo tres pesadas, debemos localizar la bola que pesa distinto.

La solución enviarla como comentario al blog con perfil anónimo poniendo después vuestro nombre.

martes, 25 de enero de 2011

La Tarta


Aquí os dejo otra actividad para que pensemos un poco.
Se trata de que dividamos una tarta redonda en ocho partes iguales con solo tres cortes en línea recta.
¡Ánimo que es muy fácil!

Blancanieves y los siete enanitos van al parque de atracciones


Un día Blancanieves y los siete enanitos, ya que estaban agotados de tanto limpiar, decidieron ir al parque. Al salir de casa se encontraron con un pequeño conejito, que estaba triste porque no encontraba a su mamá.

Ellos quisieron ayudarle y se adentraron en el bosque. Allí la buscaron hasta que la encontraron y se pusieron muy contentos. También le pidieron que si podía ir con ellos al parque de atracciones.

Al llegar al parque todo fue genial. Fueron a ponerse mechas en el pelo y a pintarse la cara. Más tarde, se montaron en la rana, en el barco vikingo y en el tren de la bruja. Cuando se bajaron del tren Blancanieves se dio cuenta de que faltaban dos enanitos. ¡Eran Tímido y Perezoso!

Estuvieron buscando por todas partes, pero no estaban por ningún sitio. Estaban preocupados; el local estaba a punto de cerrar. Pero a Gruñón se le ocurrió mirar detrás de un árbol, ¡y allí estaban!

Tímido decía que se había mareado en el barco vikingo y se le ocurrió tumbarse un rato. Perezoso, que estaba muy cansado, decidió echarse también.

Ellos se alegraron y, por desgracia, ya se tenían que ir. Cuando llegaron a casa llevaron al conejito con sus padres, y de tantas pérdidas, decidieron hacer una fiesta.

Invitaron a todos los animales del bosque y estuvieron hasta el otro día.

Blancanieves prometió a los siete enanitos que el fin de semana irían otra vez al parque de atracciones.


Autora: Cristina Ruiz Ropero. Sexto de Primaria. Lagunillas

Pinocho


Érase una vez un hombre llamado Pedro que trabajaba en una herrería. Él ya era un poco mayor y no podía salir de su casa. Para no aburrirse, los trozos de hierro que le sobraban de la herrería los cogía y formaba cosas. Vivía solo en su casa y se le ocurrió hacer un muñeco de hierro.

Al cabo de cinco meses Pedro ya tenía formado el muñeco, pero no se movía. Un día iba con la sopa en la mano y “plasff”, se tropezó y se le cayó la sopa en el cuerpo del muñeco y, de repente, la sopa le dio vida. Él se asustó mucho pero empezó a hablar con el muñeco y el miedo se le pasó; le dijo que era su amigo y le puso de nombre Pinocho. Siempre que decía una mentira le crecía la mano.

Él era un muñeco muy ordenado que hacía sus cosas y sus deberes. Pero la gente no lo trataba a él como él trataba a ellos.

Una vez Pinocho iba por la calle y, como él no podía oxidarse, unos niños que ya lo sabían empezaron a tirarle agua y se oxidó un poco.

Él ya estaba cansado y decidió portarse mal para que no se burlasen.Entonces empezó a decir cosas que no las iba a cumplir y le crecía la mano.

Un día, cuando ya tenía muy muy grande la mano, escuchó a las personas del pueblo que un niño llevaba dentro de un pozo una semana, porque se cayó jugando con sus amigos.

Él decidió que ya estaba cansado de que lo tomasen como el malo del pueblo por sus mentiras y pensó ir al pozo a salvar al niño. Cuando llegó al pozo vio que era un niño de los que le tiraron agua y se dijo que si quería cambiar tendría que hacer esto. Con su mano tan larga, la metió y cogió al niño.

Todos lo tomaron como el protector. Justo en ese tiempo eran las elecciones para elegir quien iba a ser el alcalde del pueblo. Todos votaron a Pinocho y se convirtió en el nuevo alcalde.


Autor: Marcos Jiménez Muñoz. Sexto de Primaria. Lagunillas

Caperucita y sus hermanas

Presta atención a los siguientes cuentos que publicaremos. Te sonará el título y los personajes pero el cuento no tiene nada que ver con el original.

Espero que os gusten.

Aquí va el primero titulado: "Caperucita y sus hermanas"

Érase una vez, ya hace mucho tiempo, Caperucita roja. Ella un día decidió ir a ver a sus hermanas. Ellas eran Caperucita azul, Caperucita verde y Caperucita negra. Todas vivían en el mismo pueblo, pero en casas distintas.

Un día decidieron juntarse para ir a ver a su abuelita. Caperucita roja simbolizaba energía, así que decidió llevarle una botella de Coca-Cola. Caperucita azul simbolizaba frío, así que decidió llevarle una bolsa de hielo. Caperucita verde simbolizaba naturaleza, así que decidió llevarle un ramo de flores. Caperucita negra simboliza maldad, así que decidió llevarle una colonia de la muerte.

Cuando todas tenían preparado lo que le iban a llevar, emprendieron el camino. Su madre les dijo que si se encontraban con el buen lobo, que no le hicieran daño al pobre. Las niñas le dijeron que no, pero cuando por el camino lo vieron, con esa cara de bueno no se pudieron resistir, porque ellas eran muy malas.

Cuando llegaron la abuela tenía en su casa montada una fiesta. Ellas le dijeron: - ¿Pero tú no estabas mala?- La abuela se reía felizmente. – Sí, mis nietecitas, pero de estar tantos días en reposo me he curado. ¡Muy bien!- exclamaron todas a coro. Ellas le soltaron lo que le habían traído. Todo le gustó muchísimo.

Al cabo del rato de estar en la fiesta la madre llamó a Caperucita roja, que era la más pequeña, la que vivía con ella. La mamá le dijo que volvieran a casa, que tenía una gran sorpresa que darle. Todas salieron pitando de la casa sin dar ninguna explicación. La abuela se preocupó mucho porque ella pensaba que algo malo le había pasado a su hija, la madre de las niñas. Echó a toda la gente de su casa. Como era muy ordenada, antes de irse quiso recogerlo todo. Se dio una ducha, colocó la flores, metió la Coca-Cola en la nevera, la bolsa de hielo en el congelador y por último, se maquilló y se echó la colonia que Caperucita negra le había llevado, sin acordarse de que todo lo que ella llevaba podría matar.

Llegó a la casa sana y salva, porque la colonia se la había echado en la ropa pero, cuando se acercó para ver a su hija Natalia, esta cayó redonda al suelo. Caperucita negra se reía porque ella sabía que ese efecto era de la colonia que le había regalado y le dijo a las demás: -Mamá ya se ha muerto porque ha olido la colonia que yo le he llevado a la abuela, la cual, quien la oliera se moriría.

Las demás se quedaron muy asombradas porque ellas sabían que ella era muy mala, pero no pensaba que tanto como para hacer una cosa así. Caperucita roja se puso muy nerviosa y enseguida llamó a la ambulancia. Pero su madre no se pudo salvar y la pobre murió. Desde entonces todas viven con la abuela. Caperucita negra se arrepintió mucho de lo que había hecho, cambió de forma de ser y por tanto también de color. Todas eran unas niñas encantadoras.

Autora: Paola Nieto Casado. Sexto de Primaria. Lagunillas